La psicología revela que muchas de nuestras decisiones diarias tienen un significado más profundo. Actividades comunes como ver series pueden satisfacer necesidades emocionales importantes y aportar más a nuestro bienestar de lo que pensamos.
La combinación entre comodidad, desconexión y envolvimiento con mundos ficticios hace de esta práctica un bálsamo frente a la exigencia diaria.
¿Qué beneficios psicológicos aporta ver series y cómo impactan en nuestras emociones y relaciones cotidianas?
Andrea Trujillo, psicóloga de BluaU Sanitas, señala que ver series activa el sistema de recompensa cerebral y libera dopamina, generando bienestar sin esfuerzo físico ni mental, ideal para el estrés.
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Lejos de ser perjudicial, esta actividad también fortalece la salud mental. Mariló Pérez García, psicóloga del Grupo Laberinto, destaca que compartir y comentar series fortalece vínculos sociales. Además, seguir a los personajes despierta empatía y ayuda a conectar con nuestras emociones, favoreciendo aprendizajes emocionales duraderos.
“Conectamos con emociones propias a través de las historias de otros. Es una forma segura de enfrentarnos a nuestros sentimientos”, explica Pérez García.
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¿Ver series ayuda a desconectarse del estrés o puede convertirse en una forma saludable de reconexión?
Mirar series también puede tener un efecto ansiolítico, sobre todo cuando se convierte en un momento planificado dentro de la rutina. Elegir un horario, un ambiente cómodo y un contenido acorde al estado de ánimo puede mejorar la organización personal y ofrecer un descanso mental genuino.
Las comedias y aventuras, por ejemplo, suelen aliviar tensiones, mientras que los dramas, bien seleccionados, pueden facilitar procesos de introspección.
Eso sí, las especialistas recomiendan evitar contenidos demasiado intensos antes de dormir y combinar esta actividad con otras formas de recreación o descanso.
¿Ver series puede convertirse en un verdadero acto de autocuidado para la mente y las emociones?
La psicología confirma que mirar series, lejos de ser una simple distracción, puede convertirse en un recurso emocional valioso. Regula emociones, fortalece vínculos, permite la introspección y promueve la calma. Incluso en momentos de crisis personal, elegir una serie que refleje nuestro estado anímico puede ayudarnos a comprender lo que sentimos.
En tiempos de sobrecarga mental, la ficción se convierte en un espacio seguro. Y aunque parezca un hábito trivial, dedicar tiempo a ver una serie puede ser, en realidad, un acto consciente de autocuidado.
