Con la llegada de septiembre, las familias retoman la vuelta a clases. Mientras las vidrieras se llenan de mochilas coloridas, cartucheras con personajes animados y listas de útiles escolares por completar, expertos en educación y salud mental advierten que hay un aspecto muchas veces relegado, pero igual de importante: la preparación emocional de los chicos para el nuevo ciclo escolar.
Volver a las aulas no solo implica retomar contenidos y horarios, sino también reencontrarse con compañeros, reorganizar rutinas y adaptarse a una nueva dinámica lejos del entorno familiar.
Aunque para muchos estudiantes el primer día de clases puede generar entusiasmo, también hay quienes experimentan nerviosismo, ansiedad o angustia ante la separación de sus padres y el desafío de afrontar nuevos entornos.
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¿Por qué es importante acompañar emocionalmente a los chicos en el regreso a clases?
Acompañar a los chicos en el regreso a clases no debe limitarse solo a lo material. También es fundamental brindar apoyo emocional, ya que la ansiedad o el miedo frente a los cambios son reacciones naturales que necesitan ser reconocidas y contenidas, señala Margarita Velázquez, psicóloga de la Universidad Autónoma de Yucatán, en una entrevista con el portal especializado Psicomérida.
Entre sus principales recomendaciones, Margarita Velázquez destaca la importancia de conversar con los hijos antes del inicio del ciclo escolar, enfocándose en los aspectos positivos de esta nueva etapa: el reencuentro con los compañeros, el uso de útiles nuevos y la oportunidad de seguir aprendiendo.
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“Estas charlas pueden despertar entusiasmo y reducir la ansiedad que provoca la incertidumbre”, explica la especialista.
¿Qué estrategias recomiendan los especialistas para hacer más fácil el primer día de clases?
En los días previos al inicio de clases, escuchar activamente a los chicos puede ser la mejor herramienta para detectar miedos o preocupaciones específicas.
“Si manifiestan angustia, se puede, por ejemplo, llevarlos a conocer o recorrer el plantel antes del primer día. Es importante que sepan que no están solos: muchos compañeros sentirán lo mismo”, sostiene Velázquez.
Además, sugiere ayudar a los niños o adolescentes a pensar soluciones concretas a sus inquietudes y recordarles que pueden pedir ayuda a sus maestros si se sienten nerviosos o inseguros.
¿Cómo involucrar a los chicos en los preparativos puede ayudarlos a sentirse más seguros?
Otro punto clave es hacerlos partícipes de los preparativos del primer día de clases. Dejar que elijan sus útiles, preparen su mochila o elijan su uniforme puede ayudarlos a sentirse parte del proceso y a retomar la rutina con mayor seguridad.
También se recomienda anticipar con ellos la nueva rutina: desde la hora de levantarse, hasta quién los llevará a la escuela, qué llevarán de merienda y cómo será su jornada. “La idea es evitar prisas, estrés y desconcierto. Si la mañana comienza tranquila, el día suele fluir mejor”, indica la psicóloga.
El regreso a clases representa una etapa de transición significativa. Si bien organizar los útiles y la mochila es parte del proceso, prestar atención al aspecto emocional es igual de esencial.
Brindar contención, fortalecer la confianza y acompañar sin imponer presiones puede marcar la diferencia, permitiendo que niños y adolescentes inicien el ciclo escolar de forma más serena y positiva.
