Cada año, el pueblo de San Andrés Mixquic, en la alcaldía Tláhuac de la Ciudad de México, se transforma con luces, colores y aromas para honrar a los difuntos. La preparación comienza entre agosto y septiembre, cuando familias organizan altares, adornan tumbas y planifican la comida que ofrecerán durante los días de celebración.
Según la tradición local, el 31 de octubre las almas de los niños regresan al mediodía, guiadas por un camino de pétalos blancos hacia las ofrendas. Al día siguiente, se colocan pétalos amarillos para recibir a los adultos. Son tres días de convivencia, rezos y homenajes a los seres queridos.
¿Qué elementos y símbolos componen las tradicionales ofrendas que se colocan en los hogares mixquiquenses?
Las ofrendas de Mixquic suelen organizarse en tres niveles: el cielo, el purgatorio y el inframundo. Incluyen sal, agua, cirios, copal, flores de cempasúchil, pulque, frutas, calaveritas de azúcar, golletes, fotografías y objetos personales de los difuntos.
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Además, las familias colocan asientos junto a los altares para acompañar a sus seres queridos durante las visitas.
El centro del pueblo, con su iglesia y el panteón local, se llena de visitantes y lugareños. Calles decoradas con papel picado, flores y altares ofrecen un recorrido visual y espiritual. Los puestos de comida ofrecen antojitos mexicanos, mixmole, pulque y pan de muerto.
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Cuando cae la noche del 2 de noviembre, las campanas del templo anuncian la Alumbrada, el momento en que los familiares iluminan las tumbas con velas, rezan y despiden a los difuntos en su regreso al inframundo. El panteón se convierte en el corazón del pueblo, con el altar mayor erigido de manera colectiva por la comunidad.
¿Cuáles son las recomendaciones para los visitantes que desean participar respetuosamente en las festividades locales?
Mixquic se ubica al sureste de la alcaldía Tláhuac, en la Ciudad de México y se puede acceder de distintas formas:
- Desde Chalco (1 hora): tomando las combis “Chalco-Tecómitl” o “Chalco-Tulyehualco”.
- Desde Metro Tasqueña (2 horas): combinando la línea 12 hasta Tláhuac y luego tomando autobuses con rumbo a Mixquic.
- En automóvil desde CDMX (2 a 3 horas): siguiendo Periférico sur hasta la avenida Tláhuac y desviándose hacia Mixquic.
Para aprovechar al máximo la visita, se recomienda llegar temprano, trasladarse en grupo, llevar suficiente efectivo, usar ropa y calzado cómodo y llevar una chamarra para las noches frías de noviembre.
Además, es fundamental respetar la tradición local, evitar comentarios fuera de lugar, seguir las indicaciones de los habitantes y tomar fotografías únicamente en los espacios permitidos.
¿Qué actividades culturales y gastronómicas se pueden disfrutar durante los días de Día de Muertos en Mixquic?
Además del panteón y la iglesia de San Andrés Apóstol, el visitante puede recorrer el Museo Andrés Quintana Roo, el Teatro Miquiztli, chinampas y cruces de tierra volcánica que representan los barrios del pueblo. La gastronomía local incluye tlapiques, gorditas de nata, tamales de elote, chileatole y esquites con chorizo.
El nombre “Mixquic” proviene del náhuatl miquiztli (“muerte”) y tli (“lugar”), por lo que se le conoce como “el lugar de la muerte”. Originalmente un pueblo dedicado a la pesca y agricultura, ha preservado sus tradiciones pese a los cambios en su entorno.
Cronología de la tradición en Mixquic
- 28 de octubre: encendido de veladoras y colocación de sal y agua para víctimas de accidentes.
- 30 de octubre: homenaje a los bebés no bautizados.
- 31 de octubre: despedida de los niños difuntos al mediodía.
- 1 y 2 de noviembre: llegada de los adultos, con pétalos de cempasúchil, comida y altares.
- Noche del 2 de noviembre: la Alumbrada, momento de mayor devoción y encuentro espiritual en el panteón.
Los habitantes de Mixquic reciben a los visitantes con apertura, pero exigen respeto: seguir indicaciones, no permanecer más tiempo del necesario en el panteón y evitar obstruir el paso.
La experiencia permite adentrarse en la cosmovisión espiritual que distingue a este pueblo originario y su emblemática tradición del Día de Muertos.