MASCOTAS

¿Es bueno o malo tratar a los animales como personas? Los riesgos de la humanización de mascotas

La tendencia de vestir, celebrar cumpleaños y tratar a las mascotas como hijos ha aumentado en los últimos años.
lunes, 3 de noviembre de 2025 · 20:30

La tendencia a tratar a los animales como si fueran humanos ha crecido de forma notable en los últimos años. Perros con carriola, gatos vestidos con ropa, fiestas de cumpleaños para mascotas, perfiles propios en redes sociales o incluso funerales ceremoniales son cada vez más comunes. Aunque este fenómeno puede partir del cariño, especialistas advierten que la llamada humanización de mascotas puede traer consecuencias emocionales, conductuales e incluso sanitarias, tanto para los dueños como para los propios animales.

Esta reflexión ha resurgido luego del estreno de la serie Animal en Netflix, protagonizada por Luis Zahera, donde un veterinario rural se enfrenta al extremo de la moda pet-friendly: animales tratados como bebés en una tienda boutique. Más allá del tono cómico, la producción expone un dilema real: ¿hasta qué punto tratar a las mascotas como humanos es saludable?

¿Es riesgosa la humanización de mascotas?

Los especialistas advierten que cuando una persona deposita su dependencia emocional únicamente en la mascota, puede generarse una relación desequilibrada. “Asignar al animal roles que no le corresponden, como pareja, hijo o figura de apoyo emocional exclusiva, genera expectativas que la mascota no puede, ni debe, cumplir”, explica la psicóloga Virginia Herrero, del Colegio de Psicología de Madrid.

Ese exceso de apego puede producir:

  • Problemas de ansiedad en el animal por sobreestimulación o exceso de control.
  • Duelo desproporcionado ante la muerte de la mascota.
  • Aislamiento social en los dueños, que priorizan la relación con el animal sobre las humanas.
  • Decisiones que perjudican el bienestar del animal, como vestirlo, impedirle convivir con otros de su especie o no permitirle comportarse de forma natural.

La psicóloga enfatiza que la relación saludable implica afecto y compañía, pero también límites: “Querer a un perro no significa tratarlo como bebé, sino entender sus necesidades como perro”.

¿Por qué las personas están humanizando cada vez más a sus mascotas?

Según explica la psicóloga Herrero, la humanización surge como una respuesta emocional de las personas ante la soledad, el estrés o la necesidad de afecto. “Los animales se convierten en un refugio emocional porque ofrecen compañía estable, no juzgan y están siempre presentes”, afirma.

La experta señala que proyectar rasgos humanos en perros, gatos o aves puede hacer que sus dueños se sientan comprendidos y acompañados, lo que refuerza el vínculo afectivo. Para muchas personas, la mascota se convierte en “su mejor amigo, confidente o incluso su familia directa”.

Hasta ahí, la relación puede ser positiva: mejora el bienestar emocional, aumenta la empatía y fomenta el sentido de responsabilidad. Sin embargo, el problema aparece cuando la mascota es tratada como un hijo o un sustituto de relaciones humanas.

¿Cómo lograr un vínculo sano y equilibrado con una mascota?

La clave está en recordar que los animales no son personas: tienen ritmos, necesidades biológicas y formas de comunicación distintas. Esto implica respetar su naturaleza, ofrecerles ejercicio, socialización con otros animales, juego, descanso y alimentación adecuada.

Del mismo modo, los dueños deben procurar tener otras redes de apoyo emocional y no depender exclusivamente del vínculo con la mascota. En el campo de la educación animal, los especialistas también recomiendan el refuerzo positivo, rutinas claras, socialización temprana y nunca usar castigos físicos o gritos, ya que esto afecta su salud mental.