MASCOTAS
Iguanas como mascotas: ¿Cuántos años viven, se necesita permiso, cómo educarlas y qué necesitan?
Las iguanas son reptiles herbívoros que necesitan luz solar, temperatura controlada y espacios amplios para trepar y descansar.Las iguanas son animales exóticos que atraen a aficionados de los reptiles por su aspecto “prehistórico” y comportamiento curioso. Sin embargo, antes de decidirte por una, es imprescindible conocer su longevidad, la legalidad según tu país, cómo educarlas de forma segura y cuáles son sus necesidades básicas para asegurar su bienestar. Aquí te lo explicamos claro y práctico.
¿Cuánto viven las iguanas en cautiverio y cuánto crecen?
En cautiverio, la esperanza de vida de una iguana (especialmente la iguana verde, la más común como mascota) suele oscilar entre 10 y 20 años, siendo lo más frecuente que vivan alrededor de 10–15 años si reciben cuidados adecuados. Crecen rápido: al nacer son pequeñas, pero pueden alcanzar más de 1.5–2 metros de longitud (incluida la cola) y varios kilos de peso cuando son adultas. Por eso, lo que compras pequeño necesita a futuro mucho espacio y una inversión económica constante.
La legalidad varía por país y región. En muchos lugares la tenencia de iguanas está regulada y puede requerir permisos que acrediten origen legal y condiciones de cuidado. En México, por ejemplo, se mencionan documentos como el Certificado de Origen y el Permiso de Manejo de Fauna Silvestre para Ejemplares en Condiciones de Cautiverio. Además, algunos estados prohíben la tenencia de ciertas especies (como la iguana verde) o imponen restricciones.
Antes de adquirir una como mascota, verifica la normativa local y pide siempre documentación del ejemplar: procedencia legal, historial veterinario y que no provenga de extracción ilegal en vida silvestre. Comprar sin permisos puede acarrear sanciones y, lo más importante, perjudicar especies y ecosistemas.
¿Cómo educar a una iguana para que sea manejable?
Aunque no se volverán como un perro, sí pueden habituarse y generar confianza con su cuidador. Recomendaciones prácticas:
- Manos suaves y rutina: manipúlala a diario con sesiones cortas y calmadas; la constancia crea confianza.
- Sujeción adecuada: nunca la agarres por la cola (puede desprenderla). Sostenla por el vientre, justo detrás de las patas delanteras, y soporta la parte posterior del cuerpo.
- Respeta sus señales: golpes de cola, intentos de huir o postura defensiva indican estrés; detente. Si cierra los ojos mientras la tocas, suele ser señal de relajación.
- Refuerzo positivo: ofrecer hojas o frutas seguras tras una interacción ayuda a asociar la manipulación con cosas positivas.
- Tiempo reducido: no la expongas largos periodos fuera del terrario; la interacción debe ser breve pero frecuente.
- Educarla es paciencia: con trato constante y respetuoso se logra una iguana más dócil en semanas o meses.
¿Qué necesitan las iguanas para estar sanas y cómodas?
Las exigencias son altas; aquí un checklist básico:
- Terrario amplio: ramas, troncos y plataformas para trepar; área de reposo con espacio para estirarse (los adultos necesitan mucho más que un pequeño terrario).
- Temperatura controlada: zonas de 26–30 °C y un punto de basking más cálido para termorregularse.
- Humedad alta: 70–85% de humedad ambiental (nebulizaciones y recipientes con agua ayudan).
- Luz UVB: esencial para síntesis de vitamina D y salud ósea; lámparas UVB específicas y exposición solar directa cuando sea seguro.
- Dieta vegetariana: hojas verdes, verduras y frutas. Suplementar con calcio diario (en polvo) y vitaminas según indicación veterinaria. No son insectívoras; los insectos pueden dañar su salud.
- Agua limpia: siempre disponible en varios cuencos.
- Higiene y veterinario: limpieza frecuente del sustrato, control de uñas y visitas a un vet especializado en reptiles. Atención a signos de enfermedad (letargo, pérdida de apetito, cambios en piel).
- Precauciones sanitarias: las iguanas pueden portar salmonela; lávate las manos tras manipularlas y evita contacto directo con comidas o superficies donde se preparen alimentos.
Las iguanas requieren espacio, tiempo, equipos específicos (iluminación, control de temperatura/humedad), dieta adecuada y un compromiso a largo plazo. Son recomendables solo para dueños con experiencia en reptiles o dispuestos a aprender, invertir y cumplir con la legalidad.