TRADICIÓN VIVA

El pueblo de Morelos conocido por su delicioso ponche y por tener una feria en honor de esta bebida

Un destino donde la naturaleza, las tradiciones locales y la gastronomía ancestral se unen para ofrecer paz y sabores únicos.

San Andrés de la Cal, combina paisajes naturales, tradiciones vivas y la riqueza del ponche artesanal.
San Andrés de la Cal, combina paisajes naturales, tradiciones vivas y la riqueza del ponche artesanal.Créditos: Freepik
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Entre caminos rodeados de vegetación y un aire que huele a canela, fruta madura y fogón, se encuentra San Andrés de la Cal, un pueblo en el municipio de Tepoztlán, que ha convertido al ponche en su sello distintivo y en una de sus celebraciones más queridas. 

Cada año, esta comunidad recibe a visitantes de toda la región que llegan atraídos por el sabor único de su ponche artesanal, elaborado con recetas que han pasado de generación en generación.

La Feria Tradicional del Ponche se ha transformado en un atractivo turístico. Fuente: Freepik.

¿Por qué la Feria Tradicional del Ponche se ha transformado en un atractivo turístico tan importante?

En San Andrés de la Cal, preparar ponche es un ritual que une a familias y vecinos. Las cocinas se llenan del burbujeo de ollas enormes donde hierven tejocotes, guayabas, manzanas, jamaica, caña y especias, creando una atmósfera cálida que anuncia la llegada de las fiestas. Para los habitantes, esta bebida representa identidad, hospitalidad y memoria colectiva.

La feria este año se llevará a cabo los días 5, 6 y 7 de diciembre, con más de 20 sabores de ponche en exhibición: desde el clásico de frutas, hasta variedades de leche, maracuyá, guayaba y creaciones novedosas. La recomendación principal para los asistentes es llevar su propio jarrito, indispensable para degustar los ponches.

También habrá venta de artesanías, productos regionales, gastronomía local y una agenda cultural para toda la familia. Entre los participantes de esta edición destaca Amalia Amante, integrante del grupo de poncheros, así como Rosalía Desaída Mirafuentes, reconocida por sus platillos tradicionales como quesadillas, itacates y aguas frescas.

¿Qué convierte a San Andrés de la Cal en un refugio ideal para quienes buscan tranquilidad absoluta?

Además del Ponche, San Andrés de la Cal cuenta con un espacio para disfrutar de paisajes imponentes, buen clima y tranquilidad lejos del ruido cotidiano.

San Andrés de la Cal combina cultura, naturaleza y tradiciones. Fuente: Freepik.

Este pueblo pintoresco, conocido en náhuatl como Tenextitla, “lugar donde hay cal”, ofrece un entorno natural privilegiado que en temporada de lluvias regala a los visitantes un pequeño lago y una cascada formados por la precipitación pluvial.

¿Qué elementos naturales hacen de San Andrés de la Cal un destino perfecto para los amantes paisajísticos?

San Andrés de la Cal combina cultura, naturaleza y tradiciones. Su oferta turística crece gracias a jardines para eventos sociales, mientras que los campos de cultivo que rodean el pueblo lucen llenos de vida en temporada de lluvias. La agricultura, especialmente el maíz, es la actividad principal, complementada por la apicultura.

Entre sus paisajes destacan los tecorrales, muros de piedra sin cemento y dos cerros emblemáticos: el Cerro de la Cruz y el Cerro de la Corona o Barriga de Plata. Por su parte, la vegetación es variada, con casahuates, ciruelos, llora-sangre, guayabos, huizaches, amates, ahuehuetes y cactáceas, mientras que la fauna incluye ardillas, tlacuaches, iguanas, conejos y zopilotes.

El pueblo también muestra su identidad a través de murales locales que reflejan tradiciones y actividades cotidianas. Otro encanto de San Andrés de la Cal es su limitada señal telefónica que ofrece a los visitantes la oportunidad de desconectarse y disfrutar de paz y tranquilidad.