El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, pero su impacto en la salud sigue siendo motivo de debate. Un reciente estudio sugiere que la forma en que se prepara puede tener un papel clave en los niveles de colesterol del organismo.
¿Cuáles son los beneficios del café?
El café, consumido con moderación, puede mejorar la concentración, el estado de ánimo y el rendimiento físico gracias a la cafeína. Además, es una fuente natural de antioxidantes que ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres.
Diversos estudios también lo vinculan con un menor riesgo de padecer enfermedades como la diabetes tipo 2, el Alzheimer y el Parkinson. No obstante, sus beneficios dependen del tipo de café, la cantidad ingerida y la forma en que se prepara.
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¿Por qué la forma de preparar tu café influye en los niveles de colesterol?
La forma en que se prepara el café puede influir directamente en los niveles de colesterol del organismo. Esto se debe a la presencia de dos compuestos naturales del grano llamados cafestol y kahweol, que tienen la capacidad de elevar el colesterol LDL, conocido como “malo”.
Cuando el café se elabora mediante métodos como el espresso, la prensa francesa o el café turco, una mayor cantidad de estos compuestos pasa a la bebida, lo que incrementa su impacto en el organismo. En cambio, los filtros de papel actúan como barrera y retienen gran parte de estas sustancias.
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Por eso, el tipo de preparación marca la diferencia: los cafés filtrados resultan más saludables para el corazón, mientras que los métodos sin filtro pueden elevar los niveles de colesterol si se consumen con frecuencia.
¿Cómo disminuir el colesterol?
Para reducir el colesterol es fundamental mantener una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. Además, se recomienda limitar el consumo de grasas saturadas, azúcares refinados y alimentos ultraprocesados.
Realizar actividad física de forma regular, evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol también son claves para mejorar los niveles de colesterol. En algunos casos, el médico puede indicar tratamiento farmacológico si los cambios en el estilo de vida no son suficientes.