Para muchos, bañarse es uno de los grandes placeres del día: un momento para relajarse, despejar la mente o comenzar la jornada con energía. Sin embargo, para otros, la ducha diaria puede resultar una rutina tediosa o incluso innecesaria. ¿Quién tiene razón?
Por suerte, los expertos han aclarado el debate y señalan cuántas veces a la semana es realmente recomendable ducharse para mantener una buena higiene sin dañar la piel.
¿Realmente es necesario ducharse todos los días o basta con hacerlo unas pocas veces?
Los expertos coinciden en que no existe una respuesta universal. La dermatóloga Susanne Steinkraus y el doctor Ralf Merkert explican que la frecuencia ideal varía según el tipo de piel, el clima o la actividad física diaria.
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“En general, basta con ducharse de tres a cuatro veces por semana y no todos los días. Zonas como las axilas, las ingles o las nalgas pueden y deben limpiarse con más frecuencia”, señala la doctora Susanne Steinkraus.
Durante los meses más calurosos o tras realizar ejercicio, una ducha diaria sí puede ser necesaria para eliminar el sudor y prevenir malos olores. Lo mismo ocurre con quienes realizan trabajos físicos intensos o están expuestos al calor.
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¿Puede el exceso de limpieza afectar negativamente la barrera natural y la salud de nuestra piel?
Susanne Steinkraus advierte que abusar de la ducha puede dañar la barrera natural de la piel: “Las duchas diarias no son necesariamente beneficiosas. Los baños largos, con agua muy caliente o con productos agresivos, atacan el manto ácido natural de la piel”.
“Cuando nos duchamos, no solo eliminamos gérmenes y suciedad, también los lípidos naturales que la protegen. Si los perdemos, la barrera cutánea se debilita”, añade la especialista.
Las personas con piel sensible o seca deben ser especialmente cuidadosas, ya que el exceso de limpieza puede provocar resequedad e irritaciones. En estos casos, los especialistas recomiendan reducir la frecuencia y evitar los jabones convencionales.
¿Cuáles son las recomendaciones más saludables para ducharse sin dañar la piel ni resecarla demasiado?
La dermatóloga Susanne Steinkraus recomienda ducharse por la noche, tanto en verano como en invierno, para eliminar el sudor y la contaminación acumulada durante el día antes de dormir.
En el caso de las personas alérgicas al polen, sugiere hacerlo a diario para evitar llevar las partículas a la cama. Por su parte, el doctor Ralf Merkert resume las claves de una ducha saludable: debe ser breve, con agua templada y utilizando la menor cantidad posible de productos químicos.
Los especialistas aconsejan que la temperatura no supere los 36 grados, que la duración no exceda los 10 minutos y que el uso de gel se limite solo a las zonas necesarias.
En la mayoría de los casos, no es indispensable ducharse todos los días. Con tres o cuatro duchas por semana basta para mantener una buena higiene, siempre que se limpien con frecuencia las áreas más propensas a sudar.