En el corazón de Jalisco existe un lugar donde la línea entre la realidad y la fantasía parece desdibujarse. Se trata de Acatic, un pequeño pueblo enclavado entre las barrancas del Río Verde, en la región Altos Sur del estado, a menos de una hora de Guadalajara.
Su fama no radica en sus paisajes ni en su gastronomía, sino en algo mucho más misterioso: sus leyendas de brujas, magos y demonios que, según los habitantes, aún rondan por sus calles.
Al llegar, los visitantes son recibidos por un curioso letrero que advierte: “Cuidado. Cruce de escobas.” Lo que para muchos podría parecer una broma local, para los pobladores tiene un significado profundo.
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¿Qué leyendas originaron la fama de los temidos “Brujos de Acatic”?
Desde tiempos coloniales, se dice que Acatic es tierra de hechiceros, una reputación que ha perdurado gracias a las tradiciones orales que se transmiten de generación en generación.
Uno de los relatos más antiguos que alimentan la mística del lugar se remonta al siglo XVIII. En 1774, el Tribunal de la Santa Inquisición procesó a un hombre llamado Joseph Sebastián, acusado de “tener pacto con el Diablo” por su habilidad para montar bestias.
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Junto a él fueron sentenciados Juan de Lara, Pedro de Lara y Pedro Tiburcio, señalados de practicar brujería. Aquel episodio histórico dio origen a la leyenda de los “Brujos de Acatic”, que aún hoy forma parte del imaginario popular.
Otra historia muy contada es la de Sóstenes, un supuesto nahual que, según las creencias, podía transformarse en distintos animales tras hacer un pacto con Satanás.
En una de sus travesuras, se convirtió en guajolote, pero fue capturado por una familia que pensaba cocinarlo. Antes de ser degollado, el ave gritó con voz humana: “¡No me maten, soy Sóstenes!” El relato, transmitido por generaciones, sigue provocando asombro entre locales y visitantes.
¿Qué tradiciones mantienen viva la conexión de Acatic con la magia, las brujas y los hechiceros?
La magia no solo vive en los cuentos. En Acatic, la fabricación artesanal de escobas es una tradición centenaria y los pobladores aseguran que “de día barren y de noche vuelan”.
Además, la banda más famosa del pueblo lleva por nombre “La Hechicera” y su logotipo (una bruja sobre una escoba) se ha convertido en el símbolo de la feria local y de varios comercios del lugar.
El destino perfecto para quienes buscan adentrarse en el misterio sin miedo
Actualmente, Acatic se ha consolidado como un destino ideal para los amantes del misterio, la historia y el folclor mexicano.
Entre sus calles empedradas y su ambiente cargado de magia, este pueblo invita a los viajeros a vivir una experiencia única, donde cada rincón parece tener una historia que contar.
