Si creías que todas las competencias tenían que ver con fuerza, velocidad o belleza, el gurning llega para demostrar lo contrario. Esta curiosa tradición británica, que ha pasado de lo local a lo viral, premia a quienes logran hacer las caras más feas, distorsionadas y graciosas posibles.
Aunque suene insólito, tiene siglos de historia y una fuerte carga cultural detrás.
¿De qué trata la competencia de gurning?
El gurning es una competencia facial en la que los participantes deben realizar muecas grotescas sin utilizar las manos ni accesorios, únicamente los músculos del rostro. El objetivo es lograr una expresión lo más exagerada, divertida o impactante posible.
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Esta tradición se celebra principalmente en Egremont, un pequeño pueblo en Cumbria, Inglaterra, durante la Egremont Crab Fair, una feria que tiene más de 700 años de antigüedad. En este evento, hombres, mujeres y niños compiten por el título de “Campeón Mundial de Gurning”, haciendo reír al público con sus expresiones faciales imposibles.
Aunque pueda parecer solo un concurso de humor, el gurning es considerado una forma de arte popular en Reino Unido, donde lo absurdo se convierte en espectáculo y tradición.
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¿Cuál es el origen del gurning y por qué se sigue practicando?
El gurning tiene raíces medievales. Se cree que nació en el siglo XIII, cuando los campesinos hacían muecas para burlarse de los nobles o divertirse entre ellos durante las ferias rurales. Con el tiempo, la práctica se institucionalizó como un concurso anual.
El término “gurn” proviene del inglés antiguo y significa “retorcer el rostro”. En la antigüedad, se realizaba mientras los concursantes mordían manzanas silvestres muy ácidas, lo que provocaba expresiones de dolor y sorpresa que luego se convirtieron en símbolo del evento.
Hoy, los competidores suelen enmarcar su cara dentro de una herradura de madera (conocida como braffin), lo que resalta las muecas y añade un toque de tradición.
¿Quiénes son las figuras más reconocidas del gurning?
En el mundo del gurning existen verdaderas leyendas. Uno de los nombres más destacados es Tommy Mattinson, múltiple campeón mundial gracias a su asombrosa habilidad para “encoger” su rostro hasta hacerlo casi irreconocible. Otra figura emblemática fue Anne Woods, quien ostentó el Récord Guinness como la mujer con más títulos consecutivos en esta competencia.
Su simpatía y creatividad ayudaron a popularizar el gurning en medios internacionales. También se recuerda a Peter Jackman, ganador en varias ediciones desde finales de los 90, conocido por su mueca apodada “Bela Lugosi”, una de las más icónicas en la historia del torneo.
En los últimos años, las redes sociales han revivido esta tradición de forma viral. Plataformas como TikTok e Instagram están llenas de retos de gurning modernos, donde usuarios de todo el mundo muestran sus mejores muecas. Incluso algunos festivales británicos ya cuentan con categorías digitales, permitiendo participar a distancia.
Más allá del humor, el gurning también ha sido valorado como una expresión de diversidad y autoestima, al celebrar rostros fuera de los estándares de belleza convencionales. En un mundo obsesionado con la perfección, esta competencia recuerda que reírse de uno mismo también es un arte.
