La empresaria, diseñadora de moda y actriz venezolana, Carolina Herrera, ha logrado construir una carrera intachable posicionándose como una de las referentes más influyentes de la industria. Reconocida por la fineza de su estilo, aún luego de retirada -con 85 años- se mantiene con una elegancia admirable.
La diseñadora que marcó la década de los ochenta con sus originales ideas en el mundo textil, a través de la creación de su propia marca homónima (hoy a cargo del joven diseñador Wes Gordon), sigue destacando por su criterio estético a la hora de vestirse, maquillarse y arreglarse, imponiendo tendencias a menudo.
El color de uñas que elige Carolina Herrera
Si bien Carolina Herrera ha demostrado su atrevimiento a la hora de seleccionar su guardarropa y con gamas más llamativas y texturas de todo tipo que salían de los estándares clásicos, así como también en lo relativo a su maquillaje, esto nunca aplicó en lo que respecta a la manicura
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Para la diseñadora, el color de uñas más favorecedor a la hora de acompañar un look elegante en mujeres de más de 60 años es el nude. Este rosa pálido, aunque casi invisible, logra un toque sutil pero efectivo para verse acorde en un contexto sofisticado.
Dentro de sus ventajas, no solo demanda un menor mantenimiento que las uñas de color oscuro, sino que este básico propone un aspecto natural y cuidado, demostrándonos que, en algunos casos, menos significa más.
¿Cuál es la forma más sofisticada de llevar este esmalte de uñas?
A fines de llevar este elegante esmalte de la mejor manera, Carolina Herrera sugiere optar por una forma de uñas ovalada o ligeramente almendrada. Aunque clásicas, estas formas favorecen cualquier tipo de mano, logrando alargar visualmente los dedos.
De acuerdo con la empresaria, es aconsejable mantener una la longitud moderada, para obtener un equilibrio perfecto entre elegancia y practicidad. Para lograrlas, no olvides pulir muy bien las uñas hasta darles un aspecto impecable. Y algo más: recuerda hidratar muy bien tus cutículas para evitar inconvenientes futuros. ¡Mejor prevenir que curar!